Un cuento de Esperanza (Marzo-1996)


AUN HAY ESPERANZA Ensenada - Marzo/96

Tímidamente se acercó y le preguntó a su padre el destino y el propósito del largo viaje que habían emprendido hace días.
El viejo guía tomó un respiro y trató de responder en términos que le fueran familiares a su hijo:
-- Nuestro destino está a muchos días de caminos, en dirección de la estrella más brillante en el firmamento, Cirio, de la constelación del Can mayor. Ya aprenderás a reconocerla, será tu guía en el camino.
La razón de nuestro viaje está definida en nuestra información genética. Es el único instinto que no hemos buscado dominar racionalmente.
-- ¿Porque no dominamos este deseo de viajar al sur?, podríamos quedarnos aquí.
El diálogo atrajo la atención de los otros jóvenes que se acercaron a escuchar a el Guía, el cual al verlos se dirigió a todos ellos:
-- Como ustedes ya han aprendido, hemos logrado dominar los impulsos que se le atribuyen a otras especies en nuestro planeta: el odio, el rencor, la ira, la búsqueda de poder y los hemos cambiado por amor, perdón, paz y nuestra organización social está basada en la sabiduría, entendida ésta como experiencia en la practica del amor y el perdón.
Uno de los jóvenes preguntó:
-- ¿Esto ha sido así siempre? Tú dijiste que hemos aprendido a dominar los impulsos.
Disimulando su alegría por compartir la historia de sus antepasados, el Guía se tomó el tiempo para comprobar la seguridad del grupo y dirigir algunas instrucciones, se mantenía en contacto con cada miembro del clan y atento a cualquier evento que representara peligro.
Su voz inconfundible era a la vez profunda y apacible:
-- Algunos de nuestros antepasados se dieron cuenta de que estas pasiones ocupaban mucho de su tiempo y energía y que conducían a los hermanos a luchar entre si.
Hace miles de años nuestros antepasados se pensaban los amos del planeta, no había quien se les comparara en inteligencia y ferocidad, siempre buscando ampliar su territorio aun a costa de otras especies. Podían competir con otras especies hasta exterminarlas.
Esta búsqueda de dominar y utilizar los recursos conquistados, rompieron el equilibrio de nuestro medio ambiente, hicieron peligrar el planeta mismo al grado de que nuestros antepasados luchaban entre si.
-- ¿Porque pelear entre ellos mismos? Si lo tenían todo.
-- Una vez dominadas las especies y nuestro medio, la atención se volvió hacia quien era más poderoso entre ellos. Durante miles de años existió un precario equilibrio de fuerzas y para mantenerlo, los recursos del planeta se mal utilizaron y escasearon. Esto creó alianzas e intereses comunes y las luchas entre hermanos casi acabaron con nuestros antepasados.
-- ¿Y nadie trató de evitar los enfrentamientos, como es posible que nadie se diera cuenta de lo que pasaba?
-- Como ocurre en casi todas las sociedades, un pequeño grupo estaba conciente de lo que estaba pasando, trataron de advertir de las consecuencias de tantos abusos de los recursos del planeta. Midieron, evaluaron y confirmaron lo que a simple vista era evidente. Los sistemas de regulación del planeta estaban cambiando. No llovía como antes, ni en donde se esperaba que la lluvia hiciera crecer los pastos. La temperatura del planeta aumentó.
Los perfiles de las costas cambiaron por el aumento en el nivel de mar y redefinía los territorios, creando todo esto mas conflictos.
Trataban de contrarrestar los cambios con su tecnología pero también ésta era utilizada como arma para derrotar y conquistar.
El grupo comprendió que era cuestión de tiempo para que nuestra especie desapareciera y tal vez el planeta con ellos.
Cambiaron de estrategia y se propusieron utilizar sus conocimientos y tecnología para preparar un grupo de sobrevivientes.
Por una parte continuaron en la búsqueda de como regular los sistemas del planeta: la lluvia, purificación del aire, las especies necesarias para sobrevivir y regular a otras especies. La biotecnología aplicada a la manipulación de la evolución de las especies.
Unos miembros del grupo se dedicaron a difundir ideas que eran revolucionarias y peligrosas para los que eran dueños de vidas y almas.
--¿Ideas peligrosas ¿Como puede ser peligrosa una idea?
-- Invitaban a vivir en paz, a usar racionalmente los recursos, a restaurar lo perdido, a compartir el planeta.
Con el tiempo y la ayuda de la biotecnología en un par de miles de años nuestra especie evolucionó físicamente lo que le habría tomado millones.
No existían conflictos que pusieran en peligro al planeta ni a nuestros antepasados y aprendieron a controlar sus sentimientos negativos.
--Que bien, todo se arregló ¿verdad?
-- El costo había sido muy alto, el nuevo poder estaba en el manejo de la tecnología, en manos de unos cuantos.
Se habían tomado atribuciones divinas, decidían que especie o individuo eliminar o conservar, alteraban la evolución de las especies y no parecía tener fin la búsqueda de la especie perfecta.
De nuevo una revolución silenciosa se hizo cargo de poner por encima los valores espirituales sobre la tecnología.
Durante el proceso de nuestro cambio físico inducido, una premisa importante era el poder utilizar la parte del planeta que estaba formada por agua, compartir la tierra y el agua por igual.
La nueva propuesta convocaba a vivir del mar, más aun, a vivir permanentemente en el mar.
Esto implicaba que el planeta entero debía ser estable y no cambiar en el largo plazo para permitir la vida en el.
Poco a poco, grupos de pioneros demostraron que la propuesta se podía realizar, vivían en el mar. El grupo de poder en tierra percibió esto ya no como una exploración sino como un desafío a su dominio. Se estaba formando en el océano un grupo autónomo que no dependía en lo absoluto de las decisiones del grupo de los Terrestres.
De nuevo surgió el viejo sentimiento de dominar y los enfrentamientos no se hicieron esperar, esta vez la tecnología les permitía manipular los océanos.
Fue necesario un nuevo sacrificio de vidas. Pero dentro del grupo en el poder había simpatizantes con la causa oceánica y estaban retomando las enseñanzas de sus antepasados.
De manera imperceptible al principio y abiertamente después, los simpatizantes abogaron en el Consejo de Seguridad por el derecho de sus hermanos a permanecer en el mar.
La presión fue tal que en unos cientos de años se olvidaron de los hermanos del océano.
Las diferencias físicas y espirituales entre los hermanos de tierra y del mar fueron cada vez más grandes. En tierra la semilla del odio crecía en ellos, en el mar, la flor del amor.
Un cambio provocado por la tecnología que intentaba ganarle terreno al mar, congelando parte de el, rompió por ultima vez el equilibrio del planeta y nuestros hermanos en tierra sufrieron las consecuencias y desaparecieron, llevándose con ellos sus conocimientos y su afán de dominio.
El cambio fue tan repentino que no pudieron adaptarse a vivir en el mar.
Los sobrevivientes en tierra en un último reconocimiento de su error, destruyeron todo rastro de esta parte de nuestra civilización.
La narración había durado días, la manera de comunicarse exigía gran esfuerzo porque era necesario modular la voz bajo el agua y a la vez mantener bajo el consumo de oxígeno. El grupo entero había estado al pendiente de la historia, la voz del guía servía como faro en la vastedad del océano.
En esta ocasión el Guía no esperó ninguna pregunta y continuó:
-- Creo sin embargo que existe una nueva especie en tierra que pone en peligro el equilibrio del planeta, están cometiendo los mismos errores que nuestros antepasados.
Ellos no prestaron mucha atención a esta especie y actualmente está poniendo en peligro al planeta. Su orgullo no admite ni percibe que exista otra inteligencia que la suya.
El Guía terminó su narración. El sabía la posición de su especie en el planeta, la más evolucionada, al grado de pasar desapercibida para el resto de los habitantes de la tierra.
No necesitaban manipular objetos, ni construir complejos aparatos, ni demostrar nada. El verdadero desarrollo estaba en la conciencia que habían adquirido. Tomaban lo que requerían del mar y no alteraban su medio. Vivian en equilibrio. Un equilibrio amenazado por otra especie. ¿Tendrían que poner fin a siglos de aislamiento y comunicarse con los hombres?
Por ahora seguirían guardando silencio, no parecía ser el momento adecuado.
Sacó lentamente la cabeza del agua, no deseaba lastimar a las débiles criaturas que le miraban desde el pequeño bote. Una de ellas, una niña, extendió la mano, el Guía se dejo acariciar. La expresión de asombro de la niña cambió a una amplia sonrisa. Ambos parecían querer decirse algo. Por un instante el Guía, sintió la pureza del sentimiento de la niña. Así pasó largo rato, observándolos. Después se alejó, muy lentamente al principio, para desaparecer después con un vigoroso movimiento de su aleta.
Tal vez, pensó el Guía, tal vez aun hay esperanza.

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